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Alchemical material in Spanish

These translations of various alchemical pieces into Spanish have been donated by Santiago Jubany, who publishes various alchemical and related books under the name Ediciones Indigo.
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EXPLICACI�N DE LA
TABLA DE ESMERALDA

Hortulano


PREFACIO
Alabanza, honor y gloria os sean dadas por siempre, �Oh, Se�or Dios Todopoderoso! Con vuestro querido Hijo Jesucristo, nuestro Salvador, verdadero Dios y �nico Hombre Perfecto, y con el Santo Esp�ritu Consolador, Trinidad santa, que es el �nico Dios. Os doy gracias porque habiendo conocido las cosas pasajeras de �ste mundo, enemigo nuestro, me hab�is retirado de �l por vuestra misericordia, para que yo no fuera pervertido por sus voluptuosidades enga�osas. Y como veo a muchos que trabajan en �ste arte, no seguir el recto camino, os suplico, mi Se�or y mi Dios, que os plazca el que yo pueda desviar del error, por la ciencia que me hab�is dado, a todos mis queridos y bienamados, a fin de que, conociendo la verdad, puedan alabar vuestro santo Nombre, que sea eter-namente bendito.
As� pues, yo, Hortulano, -es decir, Jardinero-, llamado as� a causa de los jardines mar�timos, indigno como soy de ser llamado disc�pulo de la Filosof�a, movido por la amistad que debo a mis amados, he querido poner por escrito la declaraci�n y explicaci�n cierta de las palabras de Hermes, padre de los Fil�sofos, aunque sean oscuras, y declarar sinceramente toda la pr�ctica de la verdadera obra.
Ciertamente, de nada sirve que los Fil�sofos quieran esconder la ciencia en sus escritos cuando est� operando la doctrina del Esp�ritu Santo.



CAPITULO I

El arte de Alquimia es
cierto y verdadero

E
l Fil�sofo dice: Es verdad, refiri�ndose a que el arte de Alquimia nos ha sido dado. Sin mentira, dice esto para convencer a quienes dicen que la ciencia es mentirosa, es decir, falsa. Cierto, es decir, experimentado, pues todo lo que ha sido experimentado es muy cierto. Y muy verdadero, pues el muy verdadero Sol es procreado por el arte. Dice muy verdadero en modo superlativo, porque el Sol engendrado por �ste arte sobrepasa a todo Sol natural en todas sus propiedades, tanto medicinales como de las otras.

CAPITULO II

La piedra ha de dividirse en dos partes

A
continuaci�n, trata de la operaci�n de la piedra, diciendo que lo que est� abajo es como lo que est� arriba. Dice esto porque, por el Magisterio, la piedra se divide en dos partes principales: la parte superior, que sube hacia arriba y la parte inferior, que permanece abajo, fija y clara. Y sin embargo, �stas dos partes concuerdan en virtud, por eso dice: y lo que est� arriba es como lo que est� abajo. Ciertamente, �sta divisi�n es necesaria. Para hacer los milagros de una sola cosa, es decir, de la piedra, pues la parte inferior es la tierra, que es la nodriza y el fermento, y la parte superior es el alma, que vivifica toda la piedra y la resucita. Por eso, una vez realizadas la separaci�n y la conjunci�n, aparecen numerosos milagros en la Obra secreta de la Naturaleza.

CAPITULO III

La piedra posee en s� misma
los cuatro elementos

Y
del mismo modo que todas las cosas han sido y han venido de uno por mediaci�n de uno. Aqu� da un ejemplo, al decir que todas las cosas han sido y han venido de uno, es decir, de un globo confuso, o de una masa confusa, por mediaci�n, es decir, por el pensamiento y la creaci�n de uno, o sea, de Dios todopoderoso. As�, todas las cosas han nacido, es decir, han salido, de esta cosa �nica, es decir, de una masa confusa, por adaptaci�n, es decir, por el �nico mandato y milagro de Dios. As�, nuestra piedra nace y surge de una masa confusa, que contiene en s� todos los elementos y que ha sido creada por Dios, y por su milagro nuestra piedra sale de all� y nace.

CAPITULO IV

La piedra tiene padre y madre,
que son el Sol y la Luna

D
el mismo modo que vemos a un animal engendrar naturalmente otros animales parecidos a �l, as� el Sol engendra artificialmente al Sol por virtud de la multiplicaci�n de la piedra, por eso contin�a: el Sol es su padre, es decir, el Oro de los Fil�sofos. Y dado que en todas las generaciones naturales ha de haber un lugar propio para recibir las simientes con cierta conformidad de parecido entre sus partes, as� tambi�n es preciso que en �sta generaci�n artificial de la piedra, el Sol tenga una materia que sea como una matriz adecuada para recibir su esperma y su tintura. Y esto es la Plata de los Fil�sofos, por eso contin�a diciendo: la Luna es su madre.

CAPITULO V

La conjunci�n de las partes es la concepci�n y la generaci�n de la piedra

C
uando ambos se reciben el uno al otro en la conjunci�n de la piedra, la piedra es engendrada en el seno del viento, y eso es lo que dice despu�s: El viento la ha llevado en su seno. Se sabe que el viento es el aire, y el aire es vida, y la vida es el alma, que, como ya he dicho antes, vivifica toda la piedra. As� pues, es necesario que el viento traiga toda la piedra y la transporte, y que engendre el Magisterio. De ello se infiere que deba recibir el alimento de su nodriza, es decir, de la tierra. Dice el Fil�sofo: la tierra es su nodriza; Pues al igual que el ni�o sin el alimento que recibe de su nodriza no crecer�a jam�s, as� tambi�n nuestra piedra jam�s llegar�a a existir sin la fermentaci�n de la tierra, y el fermento se llama alimento. De �ste modo, por conjunci�n del padre con la madre se engendra la cosa, es decir, los hijos semejantes a los padres, que, si son sometidos a una larga decocci�n se har�n semejantes a la madre y tendr�n el peso del padre.


CAPITULO VI

La piedra es perfecta
si el Alma se fija al cuerpo

D
espu�s contin�a: el padre de todo, el Thelesma de todo el mundo est� aqu�. Es decir, que en la obra de la piedra hay una v�a final. Y notad que el Fil�sofo llama a la operaci�n el padre de todo, el Thelesma, es decir, de todo el secreto o tesoro de todo el mundo, es decir, de toda la piedra que se haya podido encontrar en �ste mundo. Est� aqu�, como si dijera: aqu� te lo muestro. Pues el Fil�sofo dice: �Quieres que te muestre cuando est� acabada y perfecta la fuerza de la piedra? ser� cuando se haya transformado y convertido en su tierra, por eso dice: su fuerza y potencia ser�n completas, es decir, perfectas y completas, si se convierte y transforma en tierra. Es decir, si el alma de la piedra (de la que antes se ha hecho menci�n, diciendo que el alma es llamada viento y aire y que en ella est� toda la vida y la fuerza de la piedra) se transforma en tierra de la piedra y se fija, de tal manera que toda la sustancia de la piedra est� de tal modo unida a su nodriza, (que es la tierra) que toda la piedra se transforme en fermento, y de igual modo que cuando se hace pan un poco de levadura nutre y fermenta una gran cantidad de masa, cambiando as� toda la sustancia de la pasta en fermento, de la misma manera el Fil�sofo indica que nuestra piedra ha de ser fermentada, de manera que sirva de fermento para su propia multiplicaci�n .

CAPITULO VII

La mondaci�n de la piedra

A
continuaci�n ense�a como ha de multiplicarse la piedra. Pero antes hace referencia a la mondaci�n de la piedra y a la separaci�n de sus partes diciendo: separar�s la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, suavemente y con gran industria. Suavemente, es decir, poco a poco y sin violencia, antes bien, con esp�ritu e industria, es decir, por medio del excremento o estercolero filosofal. Separar�s, es decir, disolver�s, pues la disoluci�n es la separaci�n de las partes. La tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, es decir, la suciedad y la inmundicia del fuego, del aire, del agua y de toda la sustancia de la piedra, de modo que permanezca en su totalidad sin mancha alguna.

CAPITULO VIII

La parte no fija de la piedra ha de separar a la parte fija y elevarla

A
s� preparada, la piedra ya puede ser multiplicada. Por eso aqu� pone la multiplicaci�n, y habla de la f�cil licuefacci�n o fusi�n de �sta por aquella virtud que tiene de ser penetrante en los cuerpos duros y blandos, diciendo: Subir� de la tierra al cielo y de nuevo bajar� a la tierra. Aqu� hay que indicar que, aunque nuestra piedra, durante su primera operaci�n, se divida en cuatro partes que son los cuatro elementos, hay en ella dos partes principales, (como antes se ha dicho): una que sube hacia arriba llamada parte no fija, o vol�til, y otra que permanece fija abajo, que se llama tierra o fermento, como ya se ha dicho. Pero hay que tener una gran cantidad de la parte no fija para d�rsela a la piedra cuando ya est� limpia y sin mancha, y habr� que d�rsela por medio del Magisterio cuantas veces sean necesarias, hasta que por virtud del Esp�ritu, al sublimarla y hacerla sutil toda la piedra sea llevada hacia arriba.
De esto habla el Fil�sofo cuando dice: Sube de la tierra al cielo.

CAPITULO IX

Luego ha de ser fijada la piedra vol�til

H
echo todo lo cual, habr� que incerar esta piedra, (as� exaltada y elevada o sublimada) con el aceite que ha sido extra�do de ella misma durante la primera operaci�n y que es llamado agua de la piedra. Y se la har� retornar a menudo, sublim�ndola, hasta que por la virtud de la fermentaci�n de la tierra (con la piedra elevada o sublimada) toda la piedra descienda del cielo a la tierra por reiteraci�n, permaneciendo fija y fluida. Y eso es lo que dice el Fil�sofo: Y bajar� de nuevo a la tierra, de este modo recibe la fuerza de las cosas superiores, sublimando, y de las inferiores, descendiendo, es decir, que lo corporal se tornar� espiritual durante la sublimaci�n y lo espiritual se tornar� corporal durante el descenso, esto es, cuando desciende la materia.

CAPITULO X

De la utilidad del arte y
de la eficacia de la piedra

P
or �ste medio tendr�s la gloria de todo el mundo, es decir, con esta piedra, as� compuesta, tendr�s la gloria de todo el mundo y toda oscuridad se alejar� de ti. Es decir toda pobreza y enfermedad. Es la fuerza fuerte de toda fuerza, pues no hay comparaci�n entre la fuerza de �sta piedra y las otras fuerzas de este mundo, pues vencer� toda cosa sutil y penetrar� toda cosa s�lida. Vencer�, es decir, que al vencer y al elevarse, transformar� y cambiar� el mercurio vivo, congel�ndolo, por m�s que sea sutil y blando, y penetrar� a los dem�s metales, que son cuerpos duros, s�lidos y firmes.



CAPITULO XI

El Magisterio imita la
creaci�n del Universo

A
continuaci�n el Fil�sofo da un ejemplo de la composici�n de su piedra, diciendo: As� fue creado el mundo, es decir, que nuestra piedra se hace igual que como fue creado el mundo, pues las primeras cosas de todo el mundo, y todo lo que en el mundo ha habido, ha sido previamente una masa confusa y un caos sin orden, como ya se ha dicho antes. Y despu�s, por el artificio del soberano Creador, esa masa confusa, despu�s de haber sido admirablemente separada y rectificada, fue dividida en cuatro elementos; y a causa de tal separaci�n se hacen diversas y diferentes cosas. As�, tambi�n se pueden hacer diversas y diferentes cosas por la producci�n y disposici�n de nuestra obra y por la separaci�n de los elementos de los diversos cuerpos. De ello saldr�n admirables adaptaciones, es decir, si separas los elementos se har�n las admirables composiciones propias de nuestra obra, en la composici�n de nuestra piedra, por conjunci�n de los elementos rectificados. De las que, es decir, de �stas cosas admirables y adecuadas a tal fin, el medio, es decir, el medio de proceder, est� aqu�.

CAPITULO XII

Declaraci�n enigm�tica
de la materia de la piedra

P
or eso he sido llamado Hermes Trismegisto, es decir, Mercurio tres veces muy grande. Despu�s de haber mostrado la composici�n de la piedra, el Fil�sofo muestra, de modo encubierto, de qu� est� hecha nuestra piedra, nombr�ndose a s� mismo. En primer lugar, a fin de que sus disc�pulos, cuando lleguen a esta ciencia, se acuerden siempre de su nombre. Sin embargo, el con qu� se hace la piedra lo trata a continuaci�n, diciendo: porque tengo las tres partes de la Filosof�a de todo el mundo, que est�n, las tres, contenidas en nuestra piedra, es decir, en el Mercurio de los Fil�sofos.

CAPITULO XIII

Porqu� se llama perfecta a la piedra

Esta piedra es llamada perfecta porque tiene en ella la naturaleza de las cosas minerales, vegetales y animales, por eso es llamada triple y tambi�n tri-una, es decir, triple y �nica, que posee en s� cuatro naturalezas, es decir, los cuatro elementos, y tres colores, el negro, el blanco y el rojo; tambi�n se la llama Grano de trigo, que si no muere quedar� s�lo, pero si muere, (como antes se ha dicho hablando de la conjunci�n) traer� mucho fruto, es decir, cuando las operaciones de las que hemos hablado, se cumplan.
�Oh, amigo lector! si ya sabes la Operaci�n de la piedra, te he dicho la verdad, y si no la sabes, no te he dicho nada. Lo que he dicho de la Operaci�n del Sol est� cumplido y acabado. Es decir, lo que se ha dicho de la operaci�n de la piedra de tres colores y cuatro naturalezas que est�n en una cosa �nica, a saber, en el mercurio filosofal, est� cumplido y acabado.

FINAL